Es normal que la primera vez que acudamos a una entidad financiera solicitando financiación dudemos acerca de las diferencias entre un préstamo y un crédito. Las diferencias no son explicadas con claridad por parte de las entidades financieras y muchas veces, por no indagar en la cuestión o no atrevernos a solicitar más información, escogemos la opción equivocada.
Dentro de la serie de entradas que vamos a ir publicando, respecto a la responsabilidad que han de tomar las entidades financieras a la hora de conceder los productos bancarios, vamos a entrar a examinar los créditos al consumo, los préstamos personales, los avales, etc.
Para ello, consideramos oportuno diferenciar, en primer lugar, un crédito de un préstamo.
Las principales diferencias entre un tipo de producto y otro son cuatro:
1.- Disposición del capital
En el préstamo disponemos del capital de una sola vez, ya sea con la retirada en efectivo del mismo (no es común), o bien mediante el ingreso de la cantidad solicitada en la cuenta bancaria correspondiente.
Sin embargo, en el caso del crédito, nosotros tendremos a nuestra disposición una cantidad de dinero determinada que tendrá un límite máximo; es el denominado «límite de disposición». En ocasiones, el banco nos proporciona una tarjeta para poder disponer de ese capital y, como ya esperamos que sepáis, hay veces en las que estas tarjetas son una verdadera trampa para el consumidor.
2.- Intereses
En ambos casos pagaremos según el capital que hayamos solicitado o dispuesto. En el caso del crédito sobre lo que vayamos usando, si bien es cierto que en el uso de un crédito «revolving» la deuda puede hacerse infinita. ¡Nuestros clientes ya están más que seguros y asesorados en este aspecto!
3.- Devolución del capital
Para la devolución del capital del préstamo debemos tener en cuenta su naturaleza, ya que hemos solicitado una cantidad «fija». Por ello, devolveremos el dinero en cuotas pactadas previamente con la entidad financiera, normalmente mensuales, y que nos han debido simular antes de firmar la solicitud.
El crédito tiene, com hemos visto, un capital variable, pues podemos pedir a medida que vayamos precisando de la cantidad. Es muy importante conocer el método de devolución pactado para estos casos, e imprescindible que te muestren la liquidación correspondiente a medida que vas devolviendo las cantidades, especificando detalladamente qué cantidad de capital amortizas y qué cantidad de intereses estás asumiendo.
4.- Plazo
El préstamo tiene normalmente un plazo fijo, es decir, nos comprometemos a devolver el capital en «x» meses. Sin embargo el crédito, pese a que también tiene un plazo determinado, suele renovarse asiduamente porque el consumidor desea disponer de más capital a medida que pasan los meses.
El préstamo también puede ser novado, pero es más común que nos intenten prorrogar un crédito dada la mayor rentabilidad que suelen obtener con los mismos.
En definitiva, debemos conocer bien las diferencias entre ambos para hacernos un pequeño plan de pagos y elegir la opción que más nos convenga. El Banco de España recoge en sus boletines la necesidad de conocer bien las especialidades de los productos que contratamos para evitar perjuicios mayores.
Desde Oportuna Legal llevamos a cabo numerosos planes de asesoramiento financiero a consumidores y empresas para que escojan la más adecuada en cada escenario particular.
No olvidéis que la entidad tiene la obligación de explicaros adecuadamente los productos y servicios que os está ofreciendo, así como las simulaciones que consideréis oportunas para ver realmente la suma de dinero que acabaréis pagando.
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